Vicente, natural de la comunidad cusqueña de Coyuchico, en Pisac, tiene más de treinta años trabajando la arcilla y creando piezas como las que hacían sus ancestros, los incas. Inició su carrera a los doce años, elaborando cuentas o pintando para los artesanos del entonces emergente mercado artesanal de Pisac. La elaboración de artesanías en arcilla vino de la mano con el turismo y el descubrimiento de piezas incas en el sitio del Intihuatana (‘donde se amarra el sol’). Antes, la región se encontraba bajo el régimen de las haciendas, y sus pobladores vivían sometidos a la explotación de los hacendados. Hoy en día, Pisac es un vibrante centro artesanal y centro turístico internacional.
En esa primera etapa, para Vicente fue fundamental trabajar para Egidio Becerra, uno de los mejores artesanos de Pisac, cuyo arte se caracteriza por la innovación. Fue entonces que se inició la curiosidad de Vicente por la experimentación con distintos tipos de arcilla, y con las técnicas de elaboración y cocción de las piezas, así como su interés por conocer de forma profunda el significado de los sonidos para sus ancestros, los incas.
Aunque después estudió mecánica en Calca y viajó a Lima para ejercer su profesión, regresó a su tierra natal para dedicarse a la alfarería. A su regreso, continuó trabajando para los artesanos de Pisac, elaborando cuentas para collares. La plastificación de las cuentas impulsó a Vicente a experimentar con la elaboración de distintos tipos de piezas, y con el uso de diferentes tipos de arcillas y engobes. Se inició su pasión por la experimentación y la recuperación de técnicas ancestrales, especialmente las relacionadas a los instrumentos y la producción de sonidos.
Trabajando con una empresa de comercio, aprendió las especificidades de la fabricación de piezas de exportación. También aprendió nuevas capacidades en varios talleres, encuentros y experiencias -en el Museo de Antropología de Lima (Pueblo Libre), en San Pedro de Atacama (Chile) y en Ouro Preto (Brasil)-. Vicente ha participado en cursos de innovación en Lima y Cusco, y en el 2002 fue reconocido oficialmente como gran maestro artesano cusqueño por la Municipalidad del Cusco.
En el taller de Vicente Rayo los visitantes podrán acercarse a la forma más tradicional de producción alfarera cusqueña. Aunque Vicente es un artesano innovador que conoce y utiliza distintas técnicas y tecnologías asociadas con la producción cerámica, uno de sus principales intereses se centra en entender cómo producían su cerámica los incas, sus ancestros. En su taller, los visitantes podrán conocer cómo habría sido este proceso, además de producir con sus propias manos una pieza inca, así como escuchar a Vicente interpretar instrumentos prehispánicos hechos en cerámica.